El Colectivo Memoria en Movimiento, integrado por politécnicos que participamos como brigadistas y activistas en el movimiento estudiantil entre 1968 y 1971, en colaboración con el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM

C   O   N   V   O   C   A   M   O   S

• A estudiantes de aquella época y actuales, a la sociedad, a las instituciones educativas, personas dedicadas a la investigación y la lucha social, colectivos y centros culturales.
• A que este año, en que se cumple el 50 aniversario de la masacre del 10 de junio de 1971, recontruyamos entre todas y todos esa etapa histórica, comprendida entre 1969 y los años 70.
• A que hagamos memoria colectiva y valoremos en su justa dimensión el impacto que la represión a los estudiantes tuvo sobre la juventud y el país.

ANTECEDENTES:

Las acciones represivas del gobierno en 1968 tuvieron el objetivo de aplastar la huelga estudiantil, detener y encarcelar a sus dirigentes, aterrorizar a la gran masa de estudiantes y evitar que exigieran derechos. Hubo diversos responsables, encabezados por Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. Los activistas y brigadistas que continuamos trabajando en las escuelas enfrentamos persecución y amenazas, para que no promoviéramos la organización y la participación estudiantil.

Sin embargo, la nueva generación de liderazgos y la gran base estudiantil no abandonamos las banderas de nuestra lucha, trabajamos para fortalecer el cuerpo social del movimiento en condiciones muy adversas, pero logramos reanimar el espíritu democrático en el Politécnico, la Universidad Nacional, Chapingo y Normales, entre otras.

Reconstruimos y reorganizamos los comités de lucha como órganos de dirección y representación de estudiantes. En cada escuela reactivamos y reconocimos nuevamente las Asambleas Generales como máxima autoridad de las opiniones y acuerdos del estudiantado. Mantuvimos las banderas democráticas del movimiento y las enriquecimos con las nuevas demandas.

Reforzamos la unidad y coordinación del alumnado politécnico, universitario, normalista y chapinguero, entre otros, a través del Comité Coordinador de comités de lucha que potenciaba los movimientos de las diferentes escuelas y coordinaba el rechazo a la política gubernamental. También intensificamos la vinculación y apoyo a los movimientos de huelgas obreras, luchas campesinas y populares.

Desarrollamos iniciativas tanto en las universidades como en el Politécnico Nacional para democratizar la vida de nuestros centros de estudio, demandando autoridades electas, leyes orgánicas democráticas y consejos paritarios para que los estudiantes tuviéramos voz y voto en los asuntos de nuestras instituciones educativas.

Para 1971, en la mayoría de las escuelas del Politécnico, UNAM, UAS, UANL, etc., teníamos una importante actividad, estábamos de pie y dando la batalla frente al gobierno de Luis Echeverría, quien insistía en controlarnos, arrinconarnos y vendernos una falsa política de apertura democrática.

A principios de ese año, la comunidad estudiantil de Nuevo León nos pidió apoyo para la intensa lucha que estaba dando con el fin de conseguir la autonomía de su Universidad y la ley orgánica que reglamentara su vida democrática y participativa. Luis Echeverría abiertamente manipuló al Gobernador de Nuevo León y al Congreso del Estado para engañar a los universitarios, con nombramientos de rectores y promulgación al vapor de leyes orgánicas, ambas acciones ajenas a la voluntad de la comunidad universitaria que no resolvían las demandas originales de profesores y estudiantes de la Universidad de Nuevo León.

Ante la petición de apoyo de compañeras y compañeros de Monterrey, el Comité Coordinador organizó la discusión escuela por escuela, asamblea por asamblea, sobre la situación en Nuevo León. La mayoría de escuelas optó por apoyarles con una manifestación pacífica en demanda de solución a sus peticiones, y votó por incluir nuestras propias exigencias y consignas en la marcha.

No íbamos a realizar paros de clases, no íbamos al Zócalo, sino al monumento a la Revolución, y no estábamos en medio de un conflicto generalizado. Sin embargo Luis Echeverría Álvarez, fiel a su conducta represora y autoritaria, ordenó poner en marcha la operación Jueves de Corpus, en la que el grupo paramilitar los halcones, con apoyo de la policía y la coordinación de militares de alto rango, asesinó e hirió a decenas de jóvenes estudiantes.

Recurriendo al cinismo y la demagogia, Luis Echeverría negó los hechos, negó su responsabilidad y la existencia de los halcones, grupo paramilitar pagado en las nóminas del Gobierno del Distrito Federal.

Después del 10 de junio cayó por tierra la engañosa propaganda que promulgaba apertura democrática, también cayeron las ilusiones de los dirigentes que llegaron a creer en Echeverría y su discurso.

La masacre del 10 de junio repitió, en sólo tres años, la represión genocida contra nosotros los estudiantes. No logró intimidarnos, ni paralizar la consciencia estudiantil, todo lo contrario. Provocó la radicalización de muchos jóvenes que decidimos dejar todo para intentar prender la chispa de la democracia y la lucha libertaria entre los sectores obrero, campesino y las colonias populares.

Otro grupo de estudiantes se decidió por tomar el camino de la clandestinidad y la lucha armada.

Entre quienes terminaron sus estudios, una gran cantidad desarrolló sus actividades docentes y profesionales con convicciones democráticas, participando en la construcción de sindicatos universitarios y partidos políticos.

El nivel de conciencia y la acción decidida de miles de jóvenes, durante las décadas de los sesenta y setenta, se topó con la barbarie y métodos de persecución cometidos reiteradamente por los gobiernos de esa época. Hasta la fecha los crímenes siguen impunes, en deuda con la verdad, la justicia y la sociedad

CICLO “1971. MEMORIA EN MOVIMIENTO”

Diálogos, conversatorios y mesas de análisis organizadas entre el CCU Tlatelolco y el Colectivo Memoria en movimiento, donde cada jueves se narra un episodio de las diversas dimensiones del movimiento estudiantil de 1971, incluyendo la represión sufrida en el Jueves de Corpus y sus ecos e impacto social en el México de los setenta.

Del 8 de abril al 24 junio de 2021. Todos los jueves de 18:00 a 20:00h.

Transmisión especial 10 de junio, de 11:00 a 21:00h

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Programación sujeta a cambios y participantes por confirmar

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